Que España es una potencia agrícola a nivel mundial es algo que está fuera de toda duda. Mientras que en el conjunto de la Unión Europea, la agricultura representa un 1,2% del PIB, en nuestro país la cifra es del 2,4%. Además, las exportaciones de productos agrícolas que realizamos suponen más de 50.000 millones de € anuales. Pero no solo son las cifras cuantitativas las que deben abundar en la idea de nuestra capacidad. También debemos atender a una importante cuestión cualitativa. Y es que somos uno de los países del mundo con más innovación agraria. Sobre todo en los últimos años, los agricultores hemos ido tomando conciencia de que solo una agricultura más tecnificada y eficiente puede ayudar a solventar los problemas de costes que habitualmente sufrimos. Y, sin embargo, padecemos un importante problema de sostenibilidad que no debemos obviar.
Se trata de la sobreexplotación de nuestros recursos para poder mantener esta eficiencia productiva que reseñamos. La tercera parte de los acuíferos de nuestro país se enfrentan a esta situación. Ello, unido a las pertinaces sequías, nos deja un escenario poco esperanzador para nuestro futuro. Además, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, más de la mitad de nuestras reservas subterráneas de agua se encuentran contaminadas. Y lo están a causa de los nitratos u otros productos derivados de los abonos y fitosanitarios de los que empleamos en la agricultura.
En Mochana Green trabajamos en la búsqueda de la eficiencia productiva. Pero sabemos que esta no puede realizarse a cambio de atentar contra la sostenibilidad de nuestro ecosistema. Y, menos que nada, maltratando el soporte acuífero que los humanos necesitamos para nuestra supervivencia. Por ello nuestra apuesta para la producción se centra en los sistemas hidropónicos recirculantes.
¿Qué supone esto? Pues dos realidades que sirven para cortar de raíz la problemática reseñada en los párrafos anteriores.
- Apostamos por instalaciones donde el agua recircula en líneas hidropónicas. Es decir que tras regar nuestros cultivos, el agua se recoge en circuitos de drenaje y vuelve a utilizarse de nuevo para volver a regar tras ser filtrada, analizada y complementada con los nutrientes necesarios.
- El agua permanece en el circuito de riego, sea antes de nutrirse con los abonos correspondientes, sea después de haberse empleado en el riego. Continuamente se recircula sin que en ningún momento vaya a depositarse en el suelo, de forma que en en ningún caso contribuye a la contaminación de las aguas subterráneas.
Trabajamos con el sistema de líneas hidropónicas recirculantes de New Growing System. Como puede verse en la imagen, plantamos en un sistema multibanda. En la parte superior de la banda (1) es donde va colocado el sustrato y plantado el cultivo. En dicha zona se produce el riego por goteo. La parte inferior de la banda (2) realiza el drenaje y lo canaliza hasta el depósito de recirculación.
Nuestros invernaderos están dotados con un cabezal de riego que automatiza la provisión de nutrientes según el análisis al que sometemos continuamente al agua que empleamos. El sistema Inyecta el agua en el circuito de riego, recoge la proveniente de las tuberías de drenaje y tras su filtrado y análisis vuelve a llevarla a las multibandas.
Con este sistema buscamos el objetivo de minimizar el consumo de recursos hídricos así como el de lograr un plan de cero residuos. Y ambas cosas son absolutamente necesarias para la sostenibilidad del ecosistema en el que vivimos. La tecnología al servicio de una agricultura más productiva y sostenible.
Las imágenes empleadas son propiedad de New Growing System